Masaje Tailandés
¿Qué es el masaje Tailandés?
El masaje tailandés es un trabajo corporal profundo que ayuda a restablecer nuestra energía vital y a reequilibrar nuestros aspectos físicos, mentales y emocionales. Las técnicas utilizadas son presiones y estiramientos. Las presiones se realizan con los dedos, las manos, los pies, los codos o las rodillas y siguen las líneas energéticas del cuerpo. Los estiramientos pasivos nos permiten recuperar flexibilidad y alcanzar una relajación muy profunda.
¿En qué se basa el masaje Tailandés?
El masaje Tailandés es parte de la medicina tradicional tailandesa cuyo origen se encuentra en la India en los tiempos de Buda. Las posturas y los estiramientos recuerdan a los movimientos del yoga, la concentración y la sensibilidad del dador y del receptor hacen pensar en una sesión de meditación serena. Además, el masaje tradicional tailandés recibió la influencia de la medicina tradicional china e integró los principios de la acupuntura con los puntos energéticos y las presiones en varias zonas clave del cuerpo. Se basa en la visión holística del ser humano como unidad del cuerpo, la mente y el espíritu.
¿En qué nos puede ayudar el masaje Tailandés?
Este masaje, considerado preventivo y terapéutico, beneficia a todos los que quieren conservar un buen estado de salud y un alto nivel de bienestar. Acompañado por una respiración consciente, el cuerpo se estimula por dentro y por fuera. Cuando se recibe con regularidad, se aprecia claramente una mejoría de los sistemas nervioso, respiratorio, circulatorio, digestivo e inmunológico; disminuye el estrés, relaja zonas de tensión en todo el cuerpo, eleva el nivel de energía, aumenta la autoestima, ayuda a la digestión, combate el insomnio, incrementa la flexibilidad, libera bloqueos físicos y energéticos, armoniza la relación psicosomática.
Una suave melodía es lo ideal para relajarse...
La música relajante es una ayuda para aliviar el insomnio, ayuda en ejercicios de relajación como el yoga o en ejercicios de respiración, y a mucha gente también le ayuda a trabajar o estudiar.
Música romántica, música clásica, música gregoriana.... Lo importante es que elijas el tipo de música que te haga sentir mejor.
Cuando se utiliza la música como herramienta para facilitar la relajación, se trata de escuchar sonidos relajantes, melodías suaves, bonitas y repetitivas que te tranquilicen.
No todo va a ser entrenar y entrenar, el descanso es importante y justo podemos iniciarlo al acabar la práctica deportiva con un baño relajante. En su día hablamos de la ducha fría y caliente y sus beneficios, hoy nos ocupamos del baño como algo relajante, para quitarnos el estrés y disfrutar de ese momento, en casa tranquilitos.
Lo único que necesitamos para hacernos nuestro propio baño relajante es agua caliente y aceites de esencias. Los aceites de lavanda y romero son los más aconsejados por su mayor efecto relajante. El de pino, menta y eucalipto también son óptimos para la relajación.
Al tomar un baño, el agua caliente y el vapor hace que se abran los poros, se limpien y estén más receptivos ante las sustancias relajantes que le proporcionamos y sus propiedades. Elegir una música tranquila y adecuada también ayudará a relajarnos y si añadimos velas o luz tenue mejor que mejor.
Una vez que lo tenemos todo preparado nos metemos en el agua y los primeros 5 minutos no hacemos nada, sólo dejar la mente en blanco y disfrutar. Después, con un guante de crin podemos hacernos masajes en dirección al corazón, por eso de reactivar el retorno venoso.
No se aconseja estar más de 15 minutos dentro del agua, puede resecar la piel. Y acabamos con una ducha progresiva de agua fría, que acabará de reactivar la circulación sanguínea y cerrará los poros.
Y para el que todavía quiera más, 5 minutos tumbado en la cama y luego un masaje con crema hidratante. Para esos días que acabamos estresados del trabajo y no podemos más uno de estos baños nos alejará de todo.